Los edificios de la Ciudad de México, fueron testigos un año más de la conmemoración de la Independencia de México
Lucían decorados con banderas de México
Curioso desfile involuntario del patriotismo presente en la sociedad mexicana
Miembros del ejercito y la policía resguardaban el lugar, sin reparo alguno
Vendedores ambulantes presentes en todo evento importante, ofreciendo una variedad muy extensa de productos tricolores, como bigotes, banderas, tambores, sombreros, etc.
En la calle de Madero a un costado de la torre Latinoamericana, fueron colocados algunas pancartas en señal de protesta, por el incremento del crimen organizado.
Algunos aprovecharon a la gran cantidad de gente que se dio cita, para manifestar su inconformidad en asuntos políticos
Las familias se daban cita en el lugar, para caminar principalmente por la calle de Madero, algunas de ella vestían trajes típicos, o alusivos a la fecha
Un hombre portando el famoso traje de charro por la calle Madero
Jóvenes del movimiento #yosoy132 también se dieron cita en el lugar, gritaban consignas y repartían propaganda relativa a la reforma laboral
Los luchadores son un icono es nuestra cultura, afición que comparten chicos y grandes.
El verde, blanco y rojo, se dibujaba de mil formas en los rostros de los asistentes.
A la entrada del mecanismo de seguridad que se desplegó en todo el Zócalo, se advertía que no podía introducirse.
Un operativo se encargaba de revisar bolsas de hombres y mujeres
Hubo una importante presencia de extranjeros en el lugar, que felices portaban el sombrero de paja, que tan cómico les parece.
Los niños en hombros de los padres observaban el espectáculo de artistas variados que patrocino el gobierno federal
Aunque la lluvia hizo acto de aparición, el ingenio del mexicano salió a relucir como de costumbre, algunos vendedores salieron a ofrecer estas curiosas capas de hule por $10.
Galilea Montijo y estuvieron a cargo de la conducción del evento.
Una pequeña muestra de bailes típicos mexicanos.
La intermitente lluvia no tomo por sorpresa a los asistenes, ya que algunos llevaban paraguas, otros compraron impermeables por diez pesos, y algunos otros optaron por refugiarse debajo de los edificios que rodean la plancha del Zócalo
Luces adornaban el lugar, más este año fueron bastante sencillas, comparadas con las de años pasados
La lluvia a ratos daba tregüa, pero se hizo presente la mayor parte de la noche.
Después de que el presidente Calderón hiciera la propio, y entre gritos de aprobación y desacuerdo, estallaron en el cielo los juegos pirotécnicos para dotar aún más de euforia el momento
La presencia de niños pequeños, pronostica que la tradición del grito de Independencia, seguirá a pesar de los tiempos cambiantes
Este día nos demuestra que los mexicanos, mantenemos la esencia de la fiesta y la celebración a pesar de los problemas, y por fortuna o por desgracia, no se advierte un cambio en esta forma de ser.
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